lunes, 18 de mayo de 2009

GRACIAS

El viernes en la sede de la ONCE se presentó: La ciudad de las escaleras
No fue un acto más, ni un cuento más, fue un libro para Ruben. Él, desde la Once en Madrid, estuvo toda la presentación al teléfono. Es un libro tambien en Braylle colgado ya en la Biblioteca sonora de la Once y ayer 15 mil ejemplares repartidos en la ciudad.
Tres idiomas, catalán , castellano y francés.
Fue diferente. Deseé que entraran en el cuento y para ello vendas blancas tapaban los ojos de los asistentes. Se sintieron incómodos por un minuto y sé que ese minuto no les ha dejado indiferentes.
La sala a rebosar, de público y...
Amigos, Amigas, gente, no me imaginaba yo que para un libro mío, se congregaran tantas personas a la espera de entrar a la sala de actos.
Y hasta ignoraba que Tere Cunillera,(que es una de esas señoas de Varas Doradas que menciona el cuento, asistiera ya que es la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados en Madrid). Me emocionó verla, junto a las varas del ayuntamiento de la ciudad, amiga Dolors Arderiu y María Burgues,Teniente Alcalde Concejala y Senadora respectivamente; Carmen Tello, mi gran amiga; Toni,el pintor; la Diputación, concejales,representantes...Y DIGO esto... porque fueron muchas las autoridades que allí se desplazaron a sabiendas que mi cuento es un grito a una ciudad para todas y cada una de las personas que viven en ella..
Y allí estaban como dice mi cuento, para recibir el Legado de la Luna, del que habla la ciudad de las escaleras.
Por ello GRACIAS
A Ester le debo hablar en el lenguaje de signos, y a muchas otras personas toda la ayuda brindada para llevar a término un acto que fhizo que fuera algo más que un cuento.
Ojos emocionados junto a los ramos de margaritas y rosas lilas, regalo de la ONCE, hicieron una hora diferente.
No puedo escribir... mirad el blog
Y UN BESO CON UN GRACIAS muy GRANDE


Hoy tengo sobre esta mesa el regalo que me hizo llegar Rubén a través de Ana, su mamá y un libro en Braylle que me lo ha regadado la ONCE y no sé leérlo... pero aprenderé.
Toñy

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